miércoles, 23 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 CASCADA DE ESTRELLAS EN LA NOCHE

CASCADAS DE ESTRELLAS EN LA NOCHE[1]
                       
XXI 

FICCIÓN DE MEDIDA INCONMENSURABLE, 

latidos infinitos de un corazón 

inexistente. 

Agobio hacía la muerte 

sacrificio de la nada. 

Tic tac enloquecedor 

Agotamiento de almas, 

espera de espectros 

nebulosa de un ¿por qué?. 

Cerco de las vidas, 

Fortaleza inexpugnable, 

cadena, rueda sin fin, 

“algo” que se escapa. Impotencia, RABIA y NADA.



[1] Extracto XXI del poemario inédito de Ana Castañer Pamplona (Teruel, España). Doctora en Psicología Clínica y políglota. Ha publicado libros sobre gastronomía, fotografía, medicina y  literatura, y ha sido colaboradora en innumerables publicaciones periódicas. Desde los 6 años ha estado relacionada con las artes plásticas. Su trabajo ha sido expuesto en varios países de Europa, Asia y América.

martes, 22 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 LA SOLITARIA ARAÑITA


La Solitaria Arañita
Por Marina López[1]


Estupefacta por descubrir que el mundo es un bidé.



[1] Nació en Michoacán aunque no tiene identidad salvo gastronómica. Estudió filosofía, pero emigró a la historia y le interesa sobremanera el "mundo-de-la-vida".

lunes, 21 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 FICCIONES Y REALIDADES DEL SER


Ficciones y realidades del ser:
 imágenes de la Coronela Ramona Viuda de Flores

 Clepsydra 15, año II,  marzo 2014, pp. 6-7. 

Diana María Perea Romo[1]
                              
                                                                                                                      
¿Cuántas imágenes se pueden construir alrededor de un mismo personaje?, ¿cuántas personalidades conforman una misma identidad? Estas preguntas han guiado mi trabajo acerca de la Coronela Ramona Viuda de Flores, cuya figura he encontrado representada tanto en la narrativa de la Revolución Mexicana como en la fotografía de la época. En este escrito me he enfocado al problema de la construcción de una identidad compleja que comprende las miradas narrativas que la describieron, la intencionalidad al presentarse ante los demás mediante el retrato fotográfico y la propia subjetividad del personaje.
Para entrar en materia, empiezo por un pasaje de Martín Luis Guzmán en su novela El Águila y la Serpiente (1928), quien al describir su llegada a Culiacán, Sinaloa, acompañando a las tropas constitucionalistas que habían tomado la plaza tras la derrota del huertismo en diciembre de 1913, destacó su impresión ante el festejo de la victoria que el General Constitucionalista Juan Carrasco y sus acompañantes hacían por las calles de la ciudad:

Cierta mañana lo vi pasear por las principales calles en entera concordancia con lo que de él se decía. Iba en carroza abierta, terciada la carabina a la espalda, cruzado el pecho de cananas y acompañado de varios oficiales masculinos y uno femenino y notorio: la famosa Güera Carrasco. Detrás del coche a la buena usanza sinaloense, una charanga hasta de cuatro o cinco músicos se afanaba por seguir el paso de los caballos, sin dar reposo a sus instrumentos.[2]

Aunque la intención narrativa de Martín Luis Guzmán iba encaminada a resaltar el tono carnavalesco -en el sentido bajtiniano- de la escena, así como crear una tipología del Revolucionario y sus oficiales, que se completaba con la presencia de la oficial femenina; la presencia de la Güera Carrasco en este pasaje dejaba una ventana abierta a varias interrogantes, ¿quién era este famoso personaje?, ¿había existido en realidad?, ¿era amante del General?, ¿era un oficial de su ejército o una soldadera?
En lo que entonces era su cuaderno de apuntes de la Revolución, el Licenciado Isidro Fabela, quien formaba parte del gabinete del jefe constitucionalista Venustiano Carranza, visitó Sinaloa en enero de 1914, un mes después del relato de Martín Luis Guzmán, momento en que escribió lo siguiente: 

estando en la población de Sinaloa […] conocí a la famosa Coronela doña Ramona R. Viuda de Flores -a quien todos llamaban la Güera Carrasco-, la cual era de buen ver: alta, rubia, de ojos garzos que ensombrecían cejas oscuras y espesas; boca de labios delgados que acusaban energía en la voluntad; mirada directa y franca, voz clara de tonos graves que tornábanse altisonantes cuando mandaba a su tropa; nariz un poquitín respingada, frente espaciosa y aventajado el pecho, pero no en demasía, y erguido el cuerpo hasta el grado que requiere la esbeltez.[3]

A diferencia de Guzmán, quien retrató a La Güera Carrasco en el momento exacto del triunfo constitucionalista, bebiendo y festejando por las calles de una ciudad que había sufrido las consecuencias de la guerra; Fabela, un funcionario constitucionalista la conoció como la Coronela doña Ramona R. Viuda de Flores, quien organizó una cena para el primer jefe y su comitiva. Para la ocasión la Coronela se encargó del menú y vestida como una dama de sociedad dio la mejor atención posible a los invitados. Sin embargo, en sus apuntes Fabela plasmó otros aspectos que conformaban su personalidad, como el testimonio de un oficial veracruzano, quien le contó que en una ocasión al visitar a la Coronela en su hotel, esta había disparado al aire todos los tiros de su 45 para ponerlo a prueba tras haber asegurado que los jarochos no temían a las balas; o el frecuente uso de calificativos altisonantes con los que se dirigía a la tropa, como “tiznados”, “ajos”, “cabrios” y “madres”.[4]
Frente a estas imágenes donde dos narradores describen a la Güera Carrasco o la Coronela Viuda de Flores, se encuentran dos retratos donde ella posó para la cámara y puso en juego su compleja personalidad. El primero es de 1913, coincidentemente el mismo año en que Martín Luis Guzmán la vio como uno de los oficiales de Carrasco en Culiacán; en dicho retrato en el estudio Ramona R. Viuda de Flores no se acompaña del General Carrasco y es ella misma quien ocupa el lugar central de la puesta en escena, acompañada por sus subalternos el Mayor Gámez y el Capitán Francisco Reyes. Dicha centralidad destaca su grado militar como Coronela y le permite aparecer como la única de los retratados en sostener las armas. Al mismo tiempo, su cabello recogido debajo del sombrero, así como su vestimenta de camisa y pantalón se convierten en elementos que la masculinizan y destacan su carácter como combatiente.[5] 
Ramona R. Viuda de Flores, con el Mayor Gámez y el Capitán Francisco Reyes. Sinaloa, 1913. Colección Isidro Fabela.

En la segunda imagen, de 1914, la Coronela Viuda de Flores representa su lugar en la Revolución mediante otros elementos simbólicos: cambia el atuendo de una combatiente armada y su grado militar por el de una correligionaria del constitucionalismo. Mediante algo que podemos caracterizar como un verdadero acto político: corona su atuendo como una dama de sociedad con un botón prendido a la camisa de seda con el retrato del Presidente Francisco I Madero, destacándola ahora como una mujer de ideales políticos, quien legitima su causa aludiendo a la figura de Madero. Así, esta representación corresponde a su biografía, ya que según la narración de Fabela, a quien regaló ambos retratos, se levantó en armas tras el asesinato de Francisco I. Madero.

Coronela Ramona R. Viuda de Flores, Sinaloa, 1914. Fotografía de Mauricio Lohn, Sinaloa, 1914. Colección Isidro Fabela.

Al poner en juego ambas fotografías, así como las narraciones que mencioné líneas arriba, surge la interrogante acerca de la forma en que el personaje y sus narradores intervienen en la construcción de su identidad. La Coronela Viuda de Flores o La Güera Carrasco, resulta un personaje que deja detrás de sí huellas que nos invitan a develarla en su complejidad. Tanto en su rol en el ejército constitucionalista, en su conducta cotidiana, así como en la forma en que utilizó el espacio del estudio para simbolizarse como una oficial masculinizada o una dama correligionaria, nos plantea la problemática de la intencionalidad con la que nos representamos a nosotros mismos o bien, la forma en que nuestra subjetividad moldea una identidad discursiva, ilusoria, que se encuentra en los límites de una ficción o realidad del ser.[6]

Bibliografía y fuentes:

Acervo Fotográfico Centro Cultural Isidro Fabela, http://www.isidrofabela.com
Del Castillo Troncoso, Alberto, Isidro Fabela. Una mirada en torno a la Revolución Mexicana, México, Instituto Mexiquense de Cultura, 2010.
Fabela, Isidro, Mis memorias de la revolución, México, Instituto Mexiquense de Cultura, 1994.
Guzmán, Martín Luis, El Águila y la Serpiente, México, Porrúa, 1987.




[1] Es originaria de Guasave, Sinaloa. Maestra en Historia por la Universidad Autónoma de Sinaloa, UAS. Actualmente cursa el Doctorado en Historia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, UMSNH.
[2] Martín Luis Guzmán, El Águila y la Serpiente, México, Porrúa, 1987, p. 108.
[3]Isidro Fabela, Mis memorias de la revolución, México, Instituto Mexiquense de Cultura, 1994, p. 338. Mis memorias de la Revolución se editaron por primera vez en 1977, tras la muerte de Fabela.
[4] Ibíd., pp. 340-341.
[5] Ambos retratos pertenecen al Acervo Fotográfico del Centro Cultural Isidro Fabela, disponibles en la liga http://www.isidrofabela.com . Véase también el libro de Alberto del Castillo Troncoso, Isidro Fabela. Una mirada en torno a la Revolución Mexicana, México, Instituto Mexiquense de Cultura, 2010, donde hace un excelente análisis de las imágenes de la Coronela Viuda de Flores, pp. 82-84.
[6] Concluyo con aquellas interrogantes que ahora guían mi trabajo sobre las representaciones de los personajes en la fotografía de la Revolución Mexicana.

jueves, 17 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 LÍQUIDOS EN MOVIMIENTO


LÍQUIDOS EN MOVIMIENTO

CLEPSYDRA 15

MARZO 2014

Por Rosalba Ceja Urrutia

Originaria de Zamora, Michoacán. Cursó Artes Visuales en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Es tallerista y fundadora de los colectivos artístico-literarios “Saudade” y “Contrastes”. Ha organizado exposiciones, mesas de lectura y un sitio web dedicado al arte. Ha intervenido en 16 exposiciones colectivas. En 2009 realizó su primera exposición individual titulada Líquidos en Movimiento. En ella explora la difícil tarea de plasmar el agua en un lienzo a la manera en que la representaban los impresionistas: haciendo énfasis en sus colores, en su reflejo y en su movimiento. Una de las motivaciones de esta exposición fue recordar la importancia y la belleza del imprescindible líquido, algo que se mira de soslayo en nuestra cotidianidad. En 2010 participó en el Encuentro Estatal de Pintura y Estampa Efraín Vargas y en Febrero de 2014 fue parte de la Exposición Colectiva de Pintura Tlapalería, acaecida en la Casa de la Cultura del Valle de Zamora. Actualmente, imparte clases de pintura para niños, jóvenes y adultos en el Centro Regional de las Artes de Michoacán (CRAM) y en la Casa de la Cultura del Valle de Zamora (CCVZ).

lunes, 14 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 LIBERACIÓN


LIBERACIÓN 

CLEPSYDRA 15

MARZO 2014


Sí, señor, lo admito, soy culpable, pero fue en defensa propia. Al principio nos llevábamos muy bien, sin problemas. Me gustaba estar con ella. Me entretenía. El tiempo se pasaba sin sentir. Algunas veces hasta me olvidaba de comer por gozar con sus juegos. Lo que más me impresionaba de ella eran sus vastos conocimientos. Me tenía embelesado, embrujado. Dejé de frecuentar a mis amigos. Mi novia notó que yo estaba cada día más ausente y me puso un ultimátum: “Ella o yo” –me dijo-, y mi novia perdió. Pasó el tiempo, señor, y yo no pensaba más que en los momentos en que podía estar a solas con ella, mirándola y escuchándola. Sin embargo, un día desperté de mi locura. Por alguna razón que aún no me explico, señor, desperté de mi letargo. Me miré en el espejo y no me reconocí: semblante pálido, grandes ojeras, mirada ausente. Ese no era yo, ella con su hechizo me había transformado haciéndome su esclavo. Intenté entonces librarme de su influencia, pero el deseo de estar con ella era más fuerte que mi decisión de alejarme. Una y otra vez lo intenté, pero al cabo de unas horas la desesperación me invadía obligándome a regresar. Fue entonces que decidí recurrir al único remedio definitivo: eliminarla. Pero me había encariñado con ella así que deseché la idea de recurrir a la violencia, tenía que liquidarla de una manera sutil, pero rápida y eficaz. Para lograrlo, conseguí el virus más efectivo y mortal y la inoculé. Soy culpable, señor, sí, y actué con premeditación, alevosía y ventaja, pero al fin me he liberado. Ahora, por favor, llévesela usted, señor técnico, se la regalo.
Héctor Canales González[1]



[1] Cuentista y poeta. Nació en El Grullo, Jalisco, en 1949 y radica en Zamora, Michoacán, desde 1966. Ha publicado en revistas y periódicos de la Ciudad de México, Zacatecas, Jalisco y Michoacán. Entre su obra figuran: Apariciones (cuentos), 1981; 13 Cuentos, 1984; Maniático y obsesionado (opemas y prosemas), 1985; Justo a tiempo (cuentos cortos),1988; El más feliz (cuentos), 1989; Diario de viaje (relatos), 1999; Epílogo del vuelo (poemas), 2002; Deseada carne (textos breves), 2006; y, A cualquiera le pasa (antología de cuentos y
minicuentos), ed., Arnabeth Muñoz, 2010.

martes, 1 de abril de 2014

CLEPSYDRA 15 EDITORIAL


EDITORIAL

CLEPSYDRA 15

MARZO 2014




Para ser conquistado —estética y románticamente hablando— uno debe estar dispuesto a ser conquistado o al menos tener oculta y muda esa fina intención. Este número 15 de la Clepsydra busca conquistarlo a usted querid@ lector(a), busca hacer visible y que hable en voz alta esa disposición suya de ser conquistad@ y es que el trazo fino y enigmático de Rosalba Ceja Urrutia —pintora Zamorana— plantea precisamente eso, una situación en la cual quien mira su obra pueda describir que puede ser conquistado; en su serie Líquidos en Movimiento, Ceja Urrutia emprende la difícil tarea de darle vida a los líquidos a través de su trazo, que se vean dinámicos, no planos… en movimiento pues. El maestro Héctor Canales nos regala un divertido relato sobre el tiempo -sobre este tiempo que vivimos y nuestra manera de relacionarnos con la tecnología- llamado "Liberación", el protagonista de la historia es conquistado por una máquina a quien personaliza y a la cual habla desde una perspectiva corporal para luego darse cuenta de que aquella situación no era del todo normal —¡A cuántos no nos ha pasado!—, un tema por lo demás muy de moda con la reciente aparición del film Her (Spike Jonze, EU, 2013). La historiadora Diana María Perea Romo, con su texto "Ficciones y realidades del ser: imágenes de la Coronela Viuda de Flores", nos muestra cómo, a través de una interpretación histórica de la imagen, un personaje se torna disperso e inasible pero a la vez real, vestido y calzado, palpable; nos relata un periodo de la vida de una mujer que debió haber conquistado, ya sea por su personalidad o por su belleza, a más de uno en aquellos tiempos convulsos de la Revolución Mexicana. Ana Castañer, una de nuestras cómplices ibéricas, en esta ocasión nos comparte su lado más romántico con el extracto número XXI de su poemario inédito Cascadas de estrellas en la noche. Finalmente, y para terminar de ser conquistado —aunque en este caso por la desesperanza— la filósofa Marina López nos regala una viñeta en la cual una araña —podemos decir que con vocación similar a la de su creadora— nos propone una visión nefanda y sucia del pequeño mundo en que vivimos. Ahí tiene usted querid@ lector(a), esperamos sinceramente que se deje conquistar.§

domingo, 9 de marzo de 2014

CLEPSYDRA 14 TIEMPO DE LEER, TIEMPO DE LEERNOS


TIEMPO DE LEER, TIEMPO DE LEERNOS


CLEPSYDRA 14 

Karla González[1]

Estar vivo y estar presentes, conscientes de nuestro tiempo y nuestro espacio,  es sin duda una forma de lectura. A cada momento leemos nuestro entorno.  Observamos, cuestionamos y así  vamos construyendo nuestras ideas   y pensamientos,  nos leemos pues a   nosotros mismos y   hacemos  también   múltiples lecturas de los otros y  otras  con los que  nos compartimos y  coexistimos.

El 11 de febrero de este  2014 estaremos alcanzando el primer año desde que las puertas del Centro de  Lectura y Formación Lectora fueran abiertas al público de la región Occidente de nuestro estado. Espacio de encuentro en torno a la lectura y la escritura, albergado en  el Centro Regional de  las Artes de Michoacán, el Centro de Lectura es el  proyecto  más reciente del Programa Nacional Salas de Lectura,  mismo que cuenta  con casi 18 años de sólida existencia.  Durante el 2013  Zamora y nuestro estado  se convirtieron  en la afortunada  sede   de uno  de los 12 Centros que  hasta ahora existen  en nuestro país.  Los Centros de Lectura son la reunión de diversos elementos  humanos y materiales   que pretenden conducir al encuentro de  nosotros mismos, al encuentro con el otro, al encuentro entre diversas comunidades de pensamiento y  al surgimiento de otras con pensamientos críticos y  propios.  Esto,   a través  del  uso libre de la palabra,  del  respeto   y  los votos absolutos hacia el  diálogo,  el debate  y la escucha. 

La lectura como puente

Los objetivos del Programa Nacional Salas de Lectura van hacia los procesos de acercamiento,  a la construcción de lazos interpersonales y sociales que fortalezcan nuestras relaciones. La lectura  vertiginosa  de textos está muy alejada de la visión y fines del Programa, se camina en busca del significado, del impacto e imágenes que nos deja la lectura en cada palabra. El  acompañamiento es  una de las herramientas más fuertes que el Programa propone para el ejercicio de la lectura: compartir textos, palabras, sentimientos e ideas surgidas en torno a la lectura,  retroalimentación de la misma que conduzca al diálogo y el debate.  En los nuevos y  jóvenes lectores, y también  en los no tan nuevos y no tan jóvenes, la experiencia del momento es lo que prevalece. El momento del encuentro en torno a la palabra así como  sus mensajes y sonoridad,  nos invitan a  dar una mirada distinta al  hacer  de la lectura;  la lectura como una forma de afecto.  Una nueva  forma de acompañar y acompañarnos.
El Centro posee un acervo de poco más de  1000 libros con contenidos para todas las edades seleccionados cuidadosamente  por  pedagogos y profesionales de la lectura  y la escritura; cuenta con nuevas tecnologías de la información alojadas en los dispositivos electrónicos que nos ofrecen otra mirada hacia la lectura de textos e  imágenes; posee también una colección valiosa de archivos en audio de Radio Educación, así como una muestra significativa de cine  contemporáneo nacional e internacional perteneciente a la Cineteca Nacional. En él llevamos a cabo una serie de actividades continuas entre las que se encuentran nuestro Círculo de Lectura,  charlas, presentaciones de libros y  talleres, visitas y sesiones de trabajo con  alumnos de diferentes  niveles educativos, conferencias y seminarios,  además  de las visitas mensuales de  los escritores ganadores  de  los Premios de Literatura Michoacán, gracias a la coordinación que se establece con el Departamento de Literatura y Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura de nuestro Estado.  
Estas  son algunas de las  herramientas y actividades   que lo integran, es un espacio acogedor   que ofrece la posibilidad de sentirse en casa. ¿No me crees? ¡Visítanos! Para celebrar dignamente este aniversario, el Centro de Lectura llevará el nombre del escritor zamorano Francisco Elizalde García (1923-2014), Premio Eréndira de las Artes 2013. El gesto es un reconocimiento a su trayectoria y a las aportaciones culturales que ha hecho a la ciudad así como un homenaje a su legado literario que servirá de inspiración para todos aquéllos que entren a este espacio de lectura.  Te invitamos a que formes parte de esta fiesta y  que te unas al encuentro que tendremos en cada una de  las  actividades que hemos reunido y preparado para ti.  Que todos los ciudadanos de la región, los  pequeños y los grandes,  se enteren: cuentan con un espacio donde todo está dispuesto para acercarnos aún más a nosotros mismos y a los otros.






[1] Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Zamora y promotora cultural independiente. Actualmente labora en el Centro Regional de las Artes de Michoacán, donde se desempeña como responsable del Centro de Lectura y Formación Lectora Francisco Elizalde García. Todas las fotografías son cortesía de Karla González. 

martes, 4 de marzo de 2014

CLEPSYDRA 14 A UN ACADÉMICO SENIL


A UN ACADÉMICO SENIL

CLEPSYDRA 14

Por Jorge Alberto Díaz Martínez[*]


Para Ricardo Ledesma, docto y gentil amigo…

Tres décadas, Rinosarcocuæ, no pasan

En balde y, por más empeño que hagas por

Negarlo, tu enfadosa sordera no cesa de

Gritártelo al oído.

«Escuchag y comprendeg al ogtro» es una

Divisa que, por cierto, lanzas últimamente

A diestra y siniestra con un hilo de

Voz apenas perceptible…

Mas dejémonos de agudezas: el apotegma,

Salido de vuestros doctos labios,

Retiñe a óbolo falso, pues son tus Voces

Y tus Silencios lo único que en


Verdad te importa. ~



[*] Nació en la Ciudad de México. Es licenciado en Historia por la UNAM y maestrante en el Posgrado de Historia de la misma institución. Su tesis de licenciatura obtuvo, en el año 2012, el premio nacional “Edmundo O’Gorman” que el INAH otorga anualmente a los trabajos más destacados en el área de la Teoría de la Historia e Historiografía. Es aficionado a la música, el cine, la literatura, el whisky, la caligrafía y las caminatas. Procura ser solidario con sus amigos e incluso con aquellos que (todavía) no lo son.

miércoles, 26 de febrero de 2014

CLEPSYDRA 14 DORADO CARRUSEL

DORADO CARRUSEL

CLEPSYDRA 14
Por Nancy Alcalá Martínez[1]

Detrás de tu ombligo no queda nada.
Ni segundo corazón.
Ni el tejido del pantano.
Ni nombre equivocado.

Huesos brillaban
en carrusel azul púrpura
sobre unicornios flotantes;
pero hoy no sientes nada.

Hoy sólo existe el otoño
y tu vientre seco y espumeante.
Tú de él no supiste nada
sólo nidos sin palomas
cuerpos escurridos
cenizas de útero crujiente.
Sin pechos.
Sin nombre.
Sin llanto.

Ya no brilla el dorado carrusel
porque detrás de tu ombligo no queda nada.




[1] Nancy Alcalá Martínez (Ecatepec de Morelos, Estado de México) eligió un 8 de abril para nacer. Cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Zamora y un diplomado en Creación Literaria en el Centro Regional de las Artes de Michoacán (CRAM). Actualmente está por terminar la Licenciatura en Lengua y Literatura Española en el Centro Universitario Juana de Asbaje (CEUJA). Ella quiere ser noche, siempre. @GiRa_Noche

martes, 25 de febrero de 2014

CLEPSYDRA 14 UNA DE 300 (CONCLUSIÓN)



“Una de 300”
(Conclusión)
Marisol Velázquez Caro[1]
“Te tomé mientras cedías y me dabas más espacio en el cual dejar huellas del estrago. No das señales. Sólo permaneces ya no pura, pues has sido franqueada una y otra vez por mis ataques. Sí. Eres mía. Al menos en este instante en que otros ojos no pueden observarte, eres mía. Justo ahora eres mía porque sé que nadie más puede tocarte; que nadie más puede dañarte con suspiros como lo hago yo. Por ahora es tiempo, he de concluir algo por primera vez. Serás testigo de ello y prometo colorearte después. Ya no será más el transparente con puntos suspensivos”.

-Era de esperarse –dice Saúl inclinando su cabeza hacia el lado derecho y moviéndola de un lado hacia otro- ¡Pero espera! No contestes tan rápido, piénsalo. ¿Qué dice el mensaje?
-¡Ah! estaba por enviar una confirmación. Me pregunta que cómo estoy y me comenta que se encuentra en la ciudad desde hace unas semanas y que le gustaría verme.

-Mmm… -Saúl hace una mueca no aprobatoria- y ¿cómo te sientes?
-Me ha movido todo…–Gama respira profundamente y mira hacia el cielo. Sus manos sostienen el celular y permanece sentada- siento nervios, ansias, temor, culpa, ganas de verla… en fin.
-Pero tú no le hiciste nada, no tengas miedo. No pasa nada si se ven y por una vez en tu vida enfrentas cara a cara las cosas y no con una cartita, ¿no crees?
-Sí, ya tres años. Supongo que es hora de comportarme distinto.

2:30 a.m. y Gama no puede dormir; asegura que no es por las 3 tazas de café que bebió antes de ir a la cama. Gira de un lado hacia otro, no deja de pensar en Septiem y en esa mujer. Sabe que en la mañana, muy temprano tiene una cita a la cual piensa asistir y concretar lo iniciado horas antes. Enciende la luz, toma el celular que permanece en su buró y escribe:

¡Hola! Perdón por la hora. Me da gusto que estés por aquí. Yo estoy por terminar la licenciatura, me atrasé un poco. También me gustaría verte, puede ser el viernes o sábado, tú decide hora y lugar. ¡Abrazos!

Ya es jueves, Gama no ha tomado el transporte público hacia el lugar de siempre. Casi no durmió y se fue caminado. El pronóstico del clima que checó minutos antes, asegura que están a siete grados. Se cubrió bien con una chamarra negra. Su cabeza mira hacia el suelo, como queriendo asegurarse de los pasos que da. A ratos saca su boca de la bufanda y logra exhalar vapor. Respira entonces más aire frío. Septiem la ve llegar, busca su mirada. Se encuentran. Sonríen. Él le ofrece su mano y la acerca hacia el interior de un taxi que contrató más temprano.
Gama no habla durante el recorrido, Septiem tampoco pues no quiere incomodarla. Ella observa el paisaje de afuera, luego los detalles del auto. Ve sus ojos en el retrovisor, observa también al taxista, quien al percatarse del silencio, pide permiso para poner un disco. Ellos lo dejan, no lo dicen, pero cualquier género musical es mejor que el silencio producido por los nervios.

-¿Puedo fumar?– pregunta Gama mientras enciende un cigarrillo.
-Ya lo haces…- responde Septiem riendo.
-¡Ah! Lo siento, este tipo de lugares no me gustan. Recuerdo algunas cosas.
-¿Quién más está aquí con nosotros?
-¡Nadie!- Gama se siente descubierta.
-Iré al balcón. Cuando sólo quedemos tú y yo, alcánzame. Y no. No pasa nada si nunca llegas. Quiero estar con Gama, con esa mujer que no ha sido hecha a la medida de la producción en serie; con aquélla que se dejará llevar por este momento irrepetible. De lo contrario, no te quiero aquí.

Los fantasmas de Gama tardaron en irse. Fumó los 5 cigarrillos que quedaban en su cajetilla. Recordaba ese momento en que no fue capaz de entregarse. La sensación aquella de huir por temor a involucrarse, parecía ganar terreno. Caminó dos veces hacia la puerta y se arrepintió. Abrió otras tres su libreta y a la cuarta la cerró definitivamente. Se sentó en la cama unos minutos y envolvió su rostro entre las manos. Luego, sin pensarlo caminó hacia el balcón. Por primera vez los ojos de Gama mostraban seguridad, volvía a tomar el control.
Iluminación. Frío. Y de a poco la temperatura se incrementa en la habitación. Observamos ropas en el suelo, no hay orden. Subimos la mirada. Dos personas de pie: hombre y mujer. Ella contra la pared con la espalda expuesta y sus manos sujetadas por otras manos de manera vertical. Cambian de posición, ella se gira y él la toma en sus brazos, no dejan de mirarse. Ahora es la cama quien funge como testigo, es ella quien dará cuenta de lo que ocurre justo ahora. Ya no vemos. Escuchamos sólo. La respiración agitada nos inquieta: es ella. Palabras y más palabras. Sabemos ahora cómo se llaman porque pronuncian una y otra vez sus nombres.
Esperamos. Momentos más tarde asomamos la mirada. Una mano delgada se ha abandonado con la palma hacia arriba a un extremo de la cama. Seguimos ese camino, vemos piel y más piel, la cual no busca arroparse pues lo está por alguien más. Hay una sonrisa: es ella. De él no vemos su expresión, está de espaldas. Septiem encima suyo y pese a la diferencia en cuanto a peso, parece cuidarla, nos damos cuenta por el rostro de Gama y por las caricias que él realiza sobre su cabello.
Ahora tranquilidad y descanso. Hay que digerir lo ocurrido. Ella no piensa en nada, sólo colores vienen a su mente. Duerme luego. Él no deja de mirarla y piensa en un sinfín de posibilidades. Sabe que (contrario a sus prédicas) no puede manejar esta situación. Quiere que forme parte de su vida, pero está convencido de que no es tiempo. “Seguro en otra vida fuimos parte de un todo, pero la manera en que nos encontramos ahora indica que, o no debimos conocernos; o es temprano para hacer de dos, un solo camino” –piensa.
Gama ha llegado 20 minutos antes a la cita con esa mujer del pasado. Ahora no ha llevado más que su celular y unas monedas para el café que piensa pedir. No hay escaparate esta vez. Tiene que hacer lo que hace tiempo debió: hablar.

-¿Otra vez temprano? Eso me recuerda algo…
-Hola. Sí. Pero esta vez no hay hojas de libreta, ¿ves?– Gama ríe y extiende sus manos para mostrar que no ha llevado nada más.
-¿Cómo estás?–“Ella” pregunta mientras se sienta en una silla frente a Gama. Se le ve relajada.
-Pues, contrario a lo que pensé, justo ahora los nervios se han ido –sonríe- ¿Qué tal te ha ido?
-No hay palabras para describir todo lo que he vivido. He mejorado en todos los aspectos de mi vida. La existencia ha sido grata conmigo, creo que en demasía, y…
-Espera, espera… antes de que sigas –inhala profundamente- quiero hablar sobre aquel día. Sé que te fuiste por mi culpa y no…
-¡No! Espera tú. Eso es mentira. Espero no dañar tu ego, pero los planes ya estaban. Ese día no pudimos conversar, pero mi deseo era que vinieras conmigo.
-¿Qué?– Gama se muestra incrédula.

-Sí. Así fue. Y no te voy a mentir, la pasé mal un rato porque obviamente eras significativa para mí, pero más allá de eso, me lastimó tu actitud. Creí que lo mejor era dejarte con tus fantasmas y algún día encontrarnos. Ese día es hoy.
Gama permanece pensativa, con los ojos bien abiertos y las manos entrelazadas recargadas en su boca. Nadie habla, hasta que el silencio es interrumpido por el mesero que pregunta qué han de ordenar.
-Debo decir que me costó mucho lidiar con todo eso –Gama se muestra seria- hasta hace unas semanas creí que eras prueba superada, pero apareciste de nuevo.
-¿Y cómo te sientes?
-Es como si el tiempo no existiera o como si se hubiera detenido. Sigues significando mucho para mí– su voz se quiebra e intenta impedir el llanto.
-Gama, pero ¿En qué sentido? Porque hasta donde me han dicho tienes pareja.
-¿Qué?– se sorprende y recuerda aquel día en que la vio con Septiem, quiere indagar -¿Quién te dijo? ¿Cómo es que sabes?
-Bueno, bueno… no sé si sea tu pareja, pero él me dijo que estaban saliendo.
-¿Él? ¿De dónde lo conoces?– Se intriga más.
-Fue casualidad, nos tocó en asientos contiguos cuando yo llegué. Él me platicó de “Gama”: una mujer que recién conocía y que estaba inquietándolo. Luego me lo volví a topar, pero es todo. Él no sabe que te conozco.
-¡Ah!– Gama siente alivio al saber que no tiene una relación más estrecha con él - Bueno, no somos pareja. Y respondiendo a tu pregunta, es obvio. Sólo que ahora me divido.
-Es obvio ¿qué? –ríe con malicia.
-Te quiero…
-Yo también te quiero, Gama. Siempre serás importante para mí, pero ese cariño ha mutado. Ya no estamos en sincronía. Lo siento.

Lo había hecho, había drenado el flujo que tanto tiempo hubo de frenar. Sentía tristeza y el ego herido, pero también alivio. “Ella” estaría dos meses más y habían acordado verse antes de que partiera. Ambas estaban convencidas de su compatibilidad y por ello era buena opción mantener contacto. Gama recordaba una vez en la que, al saberse entre dos caminos, escribió en alguna hoja de libreta:

Por ahora me divido. Quiero viajar hacia ambos lugares y no es posible, puesto que la presencia de un 50 por ciento permanece quitándole espacio al otro. ¡Cómo es posible que digan que todos tenemos atado un hilo rojo hacia un solo ser! En mi caso, por equivocación fueron dos. Y aun así he de elegir. Si bien he convergido con tantas personas a lo largo de mi vida, es verdad que solo pocas son especiales. Una de esas 300, que me dijo el diorama aquel, eres tú Septiem; y otra más eres tú que me confundes y te largas cuando se te pega la gana. Pero la suma de 1 + 1 nunca han resultado 1; y es precisamente un 1 el que quiero que resulte. Aunque bien podría aplicar una resta en lugar de suma, pero en tal caso daría cero y no sé si sea peor que tratar que dé 1.

Lo bueno de lo anterior era que, ahora tenía el resultado esperado. Sin pensar le habían facilitado las cosas. ¿Qué hacer? Ir hacia ese 1 despejado; arrojarse de la cima; correr en busca de. Ya sabía el “qué”, por lo tanto el “cómo” no sería difícil.
-¿Y cuánto hace que no le ves? –preguntó Saúl cuando en la conversación salió a flote el tema de Septiem.
-Pues… a ver… ya casi diez meses.
-¿Y no sabes nada de él? ¡Ah! ¿No verdad? Se me olvidaba que lo suyo era “sólo casualidad”, ja, ja, ja –dice con sarcasmo.
-Lo curioso es que lo tengo en mi lista de contactos del messenger, ambos tenemos nuestros números de celular, pero no me ha buscado. Pienso que quizás me bloqueó –ríe con resignación- En fin, sólo desapareció.
-O sea que al final sí quiso “mantener contacto”.
-Sí, pero eso ya no importa. Todo esto me ha dejado una gran lección. Mira lo que escribí hace días –le acerca su computadora.

16-09-2009 (12 y algo a.m. -lo verifico después.)
Hoy, luego de que aconteceres pasados me hablaron de soledad y ruego, permanezco así: tratando de recrear un mundo nuevo, en el que sólo hay un protagonista. El primer año que ha de ser diferente porque así lo quise, porque así es que comencé a hablar y ahora no puedo decir que no, simplemente porque no lo siento. El ruego está bien, más que yo ahora mismo. El mal, no sé cómo esté y me importa menos que el ruego. Y el que puede semejarse a uno o a otro no se hace presente. Estoy. Debo seguir entre lluvia que no ha parado desde ayer. 17° dice el pronóstico del tiempo, de ese tiempo que una vez hubo de advertir el todo, el que puede presumirse como lo más, en comparación del ruego y del pasado. Así ha sido en estos días y la música de Il Divo acompaña las letras al tiempo que dice: "no me abandones así: hablando sólo de tí (...) regresa a mí, quiéreme otra vez (…)”. Sí. Quiero que "regreses a mí" como dice la canción. Pero nunca estuviste al 100%, entonces ¿qué puedo pedir? Lo cierto es que el whisky Old Smugler, con la leyenda "Distilled in Scotland" se hizo presente en las compras del supermercado y que no sabe mal -puedo afirmar. Así trato de olvidar: así y ahora. No fue ella. No fuiste. Tampoco la compañía que, carente de sustancia, pretendía  mezclarse. Quizás sea el alcohol quien hable por mí, pero ahora sé que siempre fui yo. Nadie más. Sin drogas, analgésicos o placebos, la existencia desnuda se hace presente. Me muestra el espacio abierto, un escenario que de a poco elimina las sombras, que deja entrar claridad al tiempo que un espejo insiste en ser observado. El reencuentro no es fácil. Estar de pie, lograr admirarme, erguir la mirada y ver mi cuerpo desnudo produce un gran vacío; mismo que merma a cada inhalación de luz y exhalación de oscuridad que se genera. Seguiré escribiéndote “hoja en blanco”, pero es tiempo de dormir. El alcohol ha hecho estragos. Buenas noches…





[1] Nació en Cherán, Michoacán, el 14 de julio de 1985. Ahí realizó sus estudios de educación básica. Posteriormente emigró a Morelia. En 2003 ingresó a la Licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas de la que se gradúo en 2007. Fue parte del equipo de monitoreo en el área de radio y televisión de la filial de PR Newswire México, Notilog. Actualmente cursa el 3er grado de la Licenciatura en Educación Media Superior Intercultural con especialidad en Ciencias Sociales en el Centro Universitario Juana de Asbaje (CEUJA) de Zamora y se desempeña como profesora de español en la Secundaria Federal de Paramuén “Presidente Benito Juárez”.